Trenes
Existen
varias formas de llegar a Moscú en tren. La mas cómoda
es por el norte de Europa, vía París, Berlín,
Varsovia y Minsk, aunque en este caso habrá que tener
en cuenta el visado de tránsito bielorruso. Lo podemos
evitar alargando un poco el trayecto por los países
bálticos o accediendo por el centro de Europa a través
de Rep. Checa, Austria o Hungría donde existen relaciones
directas con Moscú. El paso por Ucrania tampoco queda
descartado ahora que no se necesita visado para entrar en
el país.
Existe una relación directa y diaria entre Madrid y París. Sus literas son muy buenas,
aunque el espacio libre para moverse por el resto del coche
resulta un tanto claustrofóbico.
Para llegar a Colonia desde París existen numerosas
relaciones diurnas que reciben el nombre de Thalys, denominación
con que se conocen a los trenes de alta velocidad que unen
la capital francesa con Bélgica, Holanda y Alemania.
Un trayecto de ida a Colonia sale caro, de modo que
es preferible coger la oferta de ida y vuelta aunque no se
use el segundo billete, es más económico.
Hasta diciembre de 2005 circulaba un tren diario entre Bruselas
y Moscú vía Colonia, Varsovia y Minsk. Hoy en
día este servicio ha abandonado Bruselas en provecho
de Amsterdam, cuyo trayecto sigue llegando a Colonia. No obstante numerosas ciudades europeas conectan directamente con Moscú (París, Niza, Basel, Berlin, Munich, Viena...) El precio
del trayecto Colonia – Moscú es elevado, 190€
en un compartimento T3 mas bien estrecho para tres ocupantes
en un viaje que dura 36h con sus 2 noches. Sin embargo sigue
conservando el mítico apelativo de “Ost-West-Express”
en sus costados, que sin duda hace las delicias de los aficionados
a los grandes viajes ferroviarios europeos. El billete me
lo compró mi amiga Lucie… en Alemania. Intenté
buscar alguna agencia DB en España pero no encontré ninguna, y la que existía en 2004 dejo de prestar servicio en Madrid. Internet no siempre facilita algunos trayectos concretos.
Una vez en Rusia, los hoteles o albergues pueden encargarse
de la compra anticipada de los billetes de trenes nacionales
e internacionales rusos. En mi caso reservé el trayecto
inicial Moscú – Novosibirsk en el albergue (2005), comprando
por cuenta propia el resto de
trayectos en sus estaciones respectivas. En el Tansiberiano de 2009 apliqué íntegramente este último método. Mucho he leído acerca de las largas colas
en las estaciones y las esperas interminables. En septiembre, noviembre
y diciembre las colas son casi inexistentes y comprar el billete
no supone ningún problema, situación que puede
ser bien distinta en otras épocas del año. Condición única e indispensable para comprar un billete de tren en Rusia... tener nociones básicas de ruso. Soy realista, dichas bases se adquieren sin mucha dificultad con unos meses de esfuerzo y ganas, la recompensa es muy gratificante.
No existe ningún tren "Transiberiano" en los horarios rusos, este mítico apelativo hace referencia a la línea ferroviaria en sí misma. Por tanto circulan multitud de trenes en la línea del Transiberiano, los unos más rápidos y confortables que los otros. Normalmente los trenes con los números comprendidos entre el 1 y el 100 son los mejores. Por ejemplo el nº1 "Rossia" Vladivostok - Moscú y su homólogo en sentido contrario, el nº2, ó el nº10 Moscú - Irktusk. Hay que saber también que no existe ningún billete o pase global ferroviario de Moscú a Vladivostok en el cual puedas bajarte en una ciudad intermedia y luego volver a subirte a otro tren con el mismo billete. Trayecto que pides, billete que pagas de una ciudad A a una ciudad B.
Existen varias clases en los trenes rusos. La clase "Kupe" mantiene un buen compromiso de calidad/precio. Los coches y los servicios
están limpios y bien cuidados por parte de las provodnikas o revisoras (en general mujeres). Existe también
la clase “SV” con 2 o 1 litera por compartimento,
siendo esta la más cara y a veces única opción posible en algunos trenes (Harbin-Vladivostok). Puede optarse también por la opción
más económica, la clase "plastkartny" con 54 literas abiertas y sin dividir. En el viaje de 2005 estuve tentado por
viajar en uno de los trayectos en esta clase, pero al final
las dudas me vencieron. En 2009 dichas dudas quedaron disipadas. Las literas son mas austeras y duras, en general está limpio, aunque dependerá en gran medida de la suerte de los viajeros con quien te toque viajar (me remito nuevamente al relato). En esta clase ganas en convivencia con los rusos y tienes una visión realista de la sociedad rusa en general. En todos los casos siempre hay té y
agua caliente disponible.
Los trenes llevan en general coches restaurantes,
aunque rara vez son frencuentados. En el tren nº56 Moscú
- Novosibirsk por ejemplo, el restaurante es impecable y muy bien decorado,
aunque en el nº10 "Baikal", es bastante mas
normal. Si se desea relacionarse con gente rusa, la mejor
opción consiste en quedarse a comer con los compañeros
de compartimento y estrechar lazos, los encuentros resultarán
inolvidables (si la compañía responde). La línea del Transiberiano siempre mantiene la hora
de Moscú, tanto en el tren como en las estaciones,
aunque el resto de los relojes de una determinada ciudad esté
indicada en hora local. Para localizar el punto kilométrico
de donde nos encontramos existen unos postes situados en cada
km de línea y situados en el lado sur vistos desde
el tren (sentido Vladivostok). El tren mantiene una velocidad
moderada en todo momento, de modo que resulta fácil
leerlo.
En Irkutsk puedes comprar los billetes con destino Mongolia.
Si no quieres encontrarte con caras amargas en el despacho
de billetes de la estación, puedes optar por ir a uno de los hoteles junto
al Angara, donde la simpática recepcionista de habla
inglesa también emite billetes en el acto. Una vez en Ulan-Bator,
es aconsejable la compra del billete a Pekín unos días
antes de la salida dada la poca frecuencia con que circulan
los trenes directos Ulan-Bator - Pekín. El mostrador internacional
no está en la propia estación, está situado
a unos 5min. del edificio y no resulta fácil localizarlo. De
todas formas en el hotel o albergue donde te alojes tendrás
cumplida información.
Comprar un billete de tren en una estación de China es, a lo poco, atípico. No hay orden aparente en una marea humana interminable, se suceden las voces y en algunos casos los empujones. Anotar muy claramente al taquillero el destino y número de tren en el que quieres viajar, es una de las pocas formas de hacernos entender. Cuidado con el sobrio billete que recibes, no tirarlo o dejarlo en el tren, lo exigen a la salida de la estación de destino.